Lo que mal empieza, mal termina



Si alguien le saco provecho del saqueo y la piratería en altamar fue el tristemente famoso Barba negra. Cualquiera que ha leído una novela de aventuras en el mar o visto películas de piratas ha escuchado hablar de él. Debido a la gran cantidad de leyendas que se inventaron en torno suyo, ahora se confunde su pasado con lo incierto y se mezcla la mentira con la verdad.

Barba negra nació con el nombre de Edward Teach en Bristol Inglaterra aproximadamente en 1680. Fue un ex-combatiente de la Guerra contra España como miembro de la Marina Real Británica. Su apodo viene de la gran barba que se dejó crecer y que adornaba con esmero, utilizando incluso mechas y fuego para dar una sensación de terror. Se alió con Charles Eden gobernador de North Carolina, para generar más riquezas sin ser perseguido por ello y tener en tierra firme un lugar de respiro, como lo fue la ciudad de Bath durante algún tiempo.

Teach, se casó hasta trece veces. Vivió una vida licenciosa no pudiendo disfrutar lo obtenido por medio de robos y extorsiones. Perseguido por las otras Colonias que veían como asaltaba y diezmaba sus embarcaciones fue al final localizado y ubicado por las tropas navieras de Virginia al mando de Robert Maynard. Su muerte como su vida esta rodeada de relatos inconclusos y poco fiables. Cuando al fin se enfrento con Maynard cara a cara, perdió la pelea y fue decapitado. El cráneo de Teach fue clavado al bauprés (mástil de proa) del barco virginiano para presentarlo como trofeo de batalla, e indicar que el terror de Barba negra había terminado para siempre.

Muchos hombres viven vidas semejantes. Sin rumbo fijo, viviendo del esfuerzo ajeno, destruyendo la propiedad privada, siendo vándalos. Huyendo de la realidad, haciendo amistad con los corruptos e insensatos. Al final, como el propio Barba negra, son alcanzados por la justicia divina y su vida termina en gran vergüenza.

Tu puedes deshonrar a tu creador con un comportamiento descarriado y viviendo una vida sin respeto a los demás, pero tarde o temprano pagarás el precio. La sociedad que alimentaba tu fama y tu orgullo, mandará por ti para cortarte la cabeza. Gracias a Dios, todo mal camino puede ser evitado; y todo triste final cambiado por uno con propósito, lo único que se necesita es que estés de acuerdo, y Dios se encargará del resto.

La fotografía muestra la playa de la Isla de Ocracoke, lugar donde Barba negra tenía su refugio. Origen de la imagen.