Libertad e Independencia



Los que estudian el significado de las palabras han propuesto que independencia y libertad sean sinónimas. Al encontrar ambas palabras en un diccionario sus significados son idénticos. Para todos los demás, los que no dominamos el idioma pero lo amamos, ambas palabras tienen diferentes definiciones, quizás porque estamos en el lado práctico de las cosas y no en el teórico.
Mientras Independencia es dejar de depender, así de llano y simple; libertad es un concepto más complejo que en pocas palabras significa “escoger uno mismo qué camino seguir”. Van estrechamente ligadas, pero no son idénticas. Una es acto seguido de la otra.

Después de Colón, fue a través del mar que muchas naciones hicieron esclavas a otras. Durante el tiempo de la conquista, por ejemplo; países como España, Portugal e Inglaterra se hicieron a la mar en una búsqueda desenfrenada para engrandecer sus correspondientes reinos. El descubrimiento de América y de muchas regiones de Asia trajo consigo brutales conquistas para aplacar a los nativos y obtener la tierra y sus riquezas.

Muchos años más tarde esas naciones que habían sido sometidas, regresaron la receta a sus conquistadores bajo el nombre de "Independencia". Para algunas regiones fue más difícil que para otras; para algunas llego con derramamiento de sangre y para otras llego más tarde de lo esperado.

La independencia que las “nuevas” naciones habían logrado no era más que una renovación del deseo de ser libres. De ahí la confusión entre los dos conceptos: libertad e independencia.

La libertad puede llegar al “hombre que vive una dependencia” y es “esclavo del pecado” solo si ha escogido seguir a Dios. Seguir a Dios no significa ser religioso, ir detrás de doctrinas de hombres, celebrar tradiciones o algo semejante; seguir a Dios significa escoger el mejor camino a seguir. El trazó un plan increíblemente practico y suficiente; a través de la muerte de un hombre santo recuperaría la libertad que los hombres habían perdido y que no podían recuperar. Seguir a Dios significa lograr la completa independencia y vivir al fin una vida plena de libertad en Jesús.

Motin a bordo (III Parte y final)



Está claro que los orígenes de todo acto de rebeldía provienen de aquella ocasión en la que Satanás dio rienda suelta a los deseos oscuros de su corazón y todo termino en su propia expulsión de los cielos. Luego, decidido a vengarse, ha provocado infinidad de rebeliones alrededor del mundo, incluso las que se dan en casa. Y es que ese mismo espíritu de rebeldía, hoy lo comparte con aquellos necios que no quieren agradar a Dios.

Después de aquella expulsión en el cielo, vino la caída del hombre en el huerto del Edén. Otro acto más de rebelión. El hombre siguió el mal consejo y no fue obediente a Dios, y ese acto de rebeldía lo llevo al destierro y a la muerte. Eso, cada uno de nosotros después de Adán, lo llevamos en los genes de nuestras almas y estamos condenados a repetir esa actuación, siempre y cuando no llegue el Señor a nuestras vidas.

Un hombre entregado a la rebelión, es decir a cumplir con sus deseos contra toda razón, arrastrará consigo siempre actos de rebeldía, motines a bordo por doquier. Pero un hombre con dominio propio, con la sabiduría suficiente para tomar decisiones inteligentes y fructíferas hará que todo su alrededor sea más llevadero.

El problema con los jóvenes (la mayoría de ellos), es que aún no han madurado lo suficiente para entender esto. Ese desarrollo que se lleva a cabo en sus vidas es una potencial fuente de rebelión. El enemigo lo único que debe hacer es buscar una excusa y el antiguo ciclo empezará a funcionar de nuevo. La vacuna para erradicar esta antigua enfermedad, ya lo dijimos antes, es que El Señor more en sus vidas. El grado de conocimento en las cosas de Dios harán que los jovenes derroten al pirata oscuro y rebelde que vive en ellos, y la tarea de sembrarlo en sus corazones para que esten preparados para cuando llegue el momento ¿de quién creen que es? Nosotros los padres somos piezas claves.

Motin a bordo (II Parte)



Continuación.

El verdadero problema de los motines se encontraba en saber cómo terminar con ellos. Muchos capitanes emprendían violentas reacciones contra los grupos rebeldes de abordo y estas terminaban en lamentables baños de sangre. Los motines entonces eran disueltos por la represión y la fuerza bruta. Tarde o temprano la tripulación volvería a rebelarse y esta vez buscando cortarle la cabeza al líder.
La rebeldía tiene orígenes en lo más profundo del hombre, es en pocas palabras semejante a un instinto que se trae en los genes y que explota o aflora en los momentos más cruciales de la vida de las personas cuando se relacionan o interacciona con otros seres humanos, especialmente cuando se trata de asuntos de liderazgo.

Por naturaleza los jóvenes encuentran los puntos débiles de los padres para utilizarlos en su provecho. En la mayoría de motines en alta mar el segundo a bordo tomaba partido por la tripulación, así en la vida familiar uno de los dos padres tomará partido por los hijos. Si eres el padre, verás como tu esposa pasando por encima de tu autoridad se pondrá a la par de ellos y apoyara su causa. Y si eres la madre verás que tu esposo hará lo mismo en otras ocasiones. Así cuando ellos se dan cuenta de estas debilidades, vienen y las aprovechan.

Existe todo un compendio de información en la Biblia acerca de los orígenes de la rebeldía. La Biblia narra el momento en el cual Satanás, que entonces era Luzbel es echado del cielo:

“Fuiste elegido querubín protector, porque yo así lo dispuse. Estabas en el santo monte de Dios, y caminabas sobre piedras de fuego. Desde el día en que fuiste creado tu conducta fue irreprochable, hasta que la maldad halló cabida en ti. Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia, y pecaste. Por eso te expulsé del monte de Dios, como un objeto profano. A ti, querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego.
A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierra, y delante de los reyes te expuse al ridículo. Has profanado tus santuarios, por la gran cantidad de tus pecados, ¡Por tu comercio corrupto! un fuego te devorara. Te eché por tierra y te reduje a cenizas. Al verte, han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible, y ya no volverás a existir”
. Ezequiel 28:14-19 NVI

Continuará…

Motín a bordo (I Parte)



En otros tiempos toda larga travesía en el mar, con destino desconocido conllevaba muchísimos riesgos. Muy pocos eran los marineros que soportaban meses en el mar esperando llegar a su destino. En la época de los grandes descubrimientos, cuando América, África, Oceanía y Asia eran literalmente desconocidas para los europeos, cualquier destino quedaba relativamente a poca distancia y el tiempo en el que se recorría era corto. Cuando algunos viajes por alguna razón tomaban más tiempo del usual, la tripulación se incomodaba y organizaba un motín a bordo. Con esto perseguían entre otras cosas, presionar al capitán o incluso quitarlo de su puesto; acelerar el viaje o tomar rutas diferentes.

Los grandes exploradores como Colón, Vespucio y Magallanes no se escapaban de los constantes motines que se producían a bordo. Aquellas tripulaciones eran capaces inclusive de colgar a su capitán o arrojarlo al mar. Era entonces necesario aplicar la diplomacia y la astucia, virtudes que deberían poseer quienes lideraban embarcaciones en condiciones similares.

De alguna forma este comportamiento puede repetirse hoy en nuestros hogares. Cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia toda nuestra capacidad y liderazgo son puestos a prueba. No importa cuantos mares hayamos atravesado o si creemos conocerlos como la palma de nuestras manos; veremos como en muchas ocasiones seremos incapaces de proceder sabiamente incluso cuando las aguas estén mas tranquilas.

Continuará…

Ni administrar, ni gobernar




Los cargueros alemanes Beluga Fraternity y Beluga Foresight se convirtieron en los primeros barcos que atravesaron el famoso paso del Noreste (Siberia, Rusia).

Este increíble logro no fue posible sino hasta hace poco en Agosto reciente. Cruzar el Paso del Noreste fue por muchos siglos catalogado como algo imposible, debido a las gruesas capas de hielo que no permitían la navegación.

Los cargueros llevaban dos turbinas de gas de General Electric con destino a Surgut en Siberia. Salieron de Ulsan en Corea del Sur a finales de Julio y atravesaron la peligrosa ruta aprovechando el descongelamiento provocado por el calentamiento global. Se hicieron acompañar por dos rompehielos rusos, que al final no tuvieron mucho trabajo, ya que según la tripulación de las dos naves, solo encontraron rastros de hielo. Un logro marítimo logrado gracias al desinterés de los hombres por frenar la contaminación.

El mar ha sido por muchos siglos una bendición para el hombre. El que este hielo se derritiera y permitiera el paso libre de buques cargueros otorga mucha felicidad a los comerciantes ya que ahora se evitarán más perdidas de tiempo y de capital utilizando la nueva vía. Para el resto de los mortales esto es realmente alarmante, una muestra más de nuestra incapacidad para administrar y gobernar la tierra.

Mientras algunos celebran este hito histórico con desbordante alegría, el mundo ha perdido oficialmente una batalla más contra el deterioro del ambiente y el final de los días se apresta a llegar. Y es que aunque algunos dicen que hay que ser positivos y pensar en un re-establecimiento del orden o algo parecido a un congelamiento provocado por la gradual descontaminación, existe poca voluntad de los gobiernos implicados y provocadores de esta desgracia. Dios tenga misericordia.

Lo que mal empieza, mal termina



Si alguien le saco provecho del saqueo y la piratería en altamar fue el tristemente famoso Barba negra. Cualquiera que ha leído una novela de aventuras en el mar o visto películas de piratas ha escuchado hablar de él. Debido a la gran cantidad de leyendas que se inventaron en torno suyo, ahora se confunde su pasado con lo incierto y se mezcla la mentira con la verdad.

Barba negra nació con el nombre de Edward Teach en Bristol Inglaterra aproximadamente en 1680. Fue un ex-combatiente de la Guerra contra España como miembro de la Marina Real Británica. Su apodo viene de la gran barba que se dejó crecer y que adornaba con esmero, utilizando incluso mechas y fuego para dar una sensación de terror. Se alió con Charles Eden gobernador de North Carolina, para generar más riquezas sin ser perseguido por ello y tener en tierra firme un lugar de respiro, como lo fue la ciudad de Bath durante algún tiempo.

Teach, se casó hasta trece veces. Vivió una vida licenciosa no pudiendo disfrutar lo obtenido por medio de robos y extorsiones. Perseguido por las otras Colonias que veían como asaltaba y diezmaba sus embarcaciones fue al final localizado y ubicado por las tropas navieras de Virginia al mando de Robert Maynard. Su muerte como su vida esta rodeada de relatos inconclusos y poco fiables. Cuando al fin se enfrento con Maynard cara a cara, perdió la pelea y fue decapitado. El cráneo de Teach fue clavado al bauprés (mástil de proa) del barco virginiano para presentarlo como trofeo de batalla, e indicar que el terror de Barba negra había terminado para siempre.

Muchos hombres viven vidas semejantes. Sin rumbo fijo, viviendo del esfuerzo ajeno, destruyendo la propiedad privada, siendo vándalos. Huyendo de la realidad, haciendo amistad con los corruptos e insensatos. Al final, como el propio Barba negra, son alcanzados por la justicia divina y su vida termina en gran vergüenza.

Tu puedes deshonrar a tu creador con un comportamiento descarriado y viviendo una vida sin respeto a los demás, pero tarde o temprano pagarás el precio. La sociedad que alimentaba tu fama y tu orgullo, mandará por ti para cortarte la cabeza. Gracias a Dios, todo mal camino puede ser evitado; y todo triste final cambiado por uno con propósito, lo único que se necesita es que estés de acuerdo, y Dios se encargará del resto.

La fotografía muestra la playa de la Isla de Ocracoke, lugar donde Barba negra tenía su refugio. Origen de la imagen.


La vida pendiendo de un hilo



Durante el tiempo de la expansión de la Iglesia primitiva, en el último de los viajes misioneros de Pablo, este se dirigía a Roma en calidad de prisionero. Debía presentarse delante del emperador para defender su vida. Iba custodiado por un fuerte contingente de soldados romanos al mando de un centurión del batallón imperial llamado Julio. Otros prisioneros iban con ellos.

Para llegar a Roma desde Israel, hubo necesidad de tomar dos barcos, el segundo de los cuales abordaron en Mira de Licia, hoy localizada en la moderna Turquía. Este barco venía de Alejandría Egipto e iba rumbo a Italia con un valioso cargamento de alimentos y otros productos. En total junto con la tripulación, los prisioneros y los soldados romanos el barco se hizo a la mar con 276 personas a bordo.

Cuando la nave iba frente a Creta (Isla de Grecia) empezaron a sentir un viento fuerte que parecía favorecerlos en el viaje, y pesar de la insistencia de Pablo de pasar el invierno en el puerto más cercano a orillas del continente, decidieron continuar el viaje. Su destino Fenice en la Isla de Creta. Este era un puerto más grande y más habitado, comparado con el que Pablo proponía. Decidieron el capitán, el dueño del barco y Julio invernar ahí.

Cuando se dirigían a Creta, empezó a soplar un fuerte viento llamado “nordeste”, el cual hoy conocemos por Bora. Leemos en el relato bíblico: “El barco quedó atrapado por la tempestad y no podía hacerle frente al viento, así que nos dejamos llevar a la deriva”. Hechos 27:15. La narración de lo sucedido después es clara, ellos pasarían más de dos semanas literalmente llevados por los fuertes vientos de Creta hacia el Mar Adriático, entre Italia y Europa sur-oriental.

Los hombres en aquel barco, incluyendo a Pablo habían perdido toda esperanza de vida: “Como pasaron muchos días sin que aparecieran ni el sol ni las estrellas, y la tempestad seguía arreciando, perdimos al fin toda esperanza de salvarnos”. 27:20. Este es el punto en el cual todo hombre, por muy fuerte que sea, es atrapado por el miedo, la devastación, la incertidumbre, el cansancio, el agotamiento y la duda. Acá es cuando el temple más fuerte es probado.

Cuando hace algunos años padecí un accidente en carne propia, experimente este tipo de presión. Me encontraba yacido en el suelo, sin poder moverme. Confuso aún y adormecido por los golpes recibidos no podía coordinar mis movimientos y sentía en mi cuerpo una especie de corto circuito que me impedía ponerme en pie. Por más que deseaba no podía hacerlo. Recuerdo que lo único que deseaba era vivir. Fue quizás, la carga emocional más grande que mi cuerpo haya resistido. El dolor provocado por los golpes paso a un segundo plano.

Es una situación indescriptible que te hace concentrar toda tu energía y vigor en un único propósito, vivir. Estos marineros estuvieron expuestos a la presión más inclemente durante más de dos semanas, a tal grado que no habían incluso comido. El stress que padecieron en el intento indiscutible de aferrarse a la vida, provocó en ellos una serie de cargas emocionales que tarde o temprano se convertirían en su muerte. Entonces Pablo puesto en pie y afianzado a la nave, animó a todos a tomar alimento: —Hoy hace ya catorce días que ustedes están con la vida en un hilo, y siguen sin probar bocado. Les ruego que coman algo, pues lo necesitan para sobrevivir. Ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de la cabeza—. Dicho esto, tomó pan y dio gracias a Dios delante de todos. Luego lo partió y comenzó a comer. Hechos de los Apóstoles 27: 33-35 NVI.

Hoy se piensa que el stress es una enfermedad moderna, resultado de las diferentes presiones a las que los humanos estamos expuestos. Stress es un término acuñado hace algunas décadas que define en una sola palabra a los procesos de tipo físicos, químicos y emocional es que se transforman en una enfermedad física; y de no restablecer la armonía corporal a tiempo en la muerte.

En nuestros días se le brinda más atención a este fenómeno, pese a que el hombre ha convivido con él desde tiempos remotos. Podemos encontrar que la diferencia entre el stress de la era antigua y el de la moderna, si se les puede llamar así; radica en sus fuentes u orígenes. Hoy la mayor parte del problema tiene su origen en las presiones del trabajo, en el mantener un estándar alto de vida real o ficticia, y en la frustrada búsqueda del éxito. En otros tiempos eran los argumentos externos tales como las tragedias del clima. Sequías, tormentas, hambrunas, pandemias y plagas que destruían las plantaciones y con ellas la fuente de alimento. También lo era la opresión de la esclavitud y del poder feudal. El poco valor de la vida, etc.

Pablo y los demás hombres en aquella embarcación sobrevivieron después de encallar la nave. Dios le había prometido la vida de todos y ninguno padeció la muerte.

De esta experiencia en alta mar vivida en el siglo I, nos queda una importante enseñanza. Cuando te encuentres ante presiones altamente perjudiciales a tu salud; puedes detenerte, dar gracias a Dios por tu vida, recibir Su Paz y obtener energías nuevas descansando o alimentándote. El problema o los problemas continuarán ahí, pero tu vida ya no penderá de un hilo. Con eso habrás ganado más tiempo, más vigor y una mente más clara para enfrentar cualquier dificultad.